Enlace Judío México e Israel – Israel ha reclutado a algunas de sus mejores mentes militares para superar la crisis por el coronavirus a través de la unidad de inteligencia 8200 que ayuda al Ministerio de Salud en sus esfuerzos por detener la propagación del COVID-19.

Al menos 15 oficiales de inteligencia han sido designados para colaborar con funcionarios de salud en una instalación especial del Centro Médico de Sheba Tel Hashomer, reportó el sitio de noticias Ynet.

Otros 300 miembros de la unidad se han unido a los esfuerzos mientras continúan su tarea de analizar los datos relacionados con el grupo terrorista libanés Hezbolá, la Fuerza Quds de Irán y Hamás en Gaza.

“El Ministerio de Salud nos pidió que determináramos por qué las muertes por coronavirus en Alemania siguen siendo bajas aunque el número de casos confirmados es alto y sigue creciendo, cómo Corea del Sur logró aplanar la curva y cuáles son los resultados de las medidas adoptadas por otros países”, explicó un alto oficial de la unidad.

“También nos han consultado sobre la situación en la Autoridad Palestina y qué investigación sobre curas de coronavirus se está realizando en todo el mundo”.

Cada pregunta se dirige a un equipo especializado que recoge datos, los analiza y prepara un informe.

“Las cuestiones más complejas se analizan mediante algoritmos que normalmente utilizamos para fines militares, lo que permite una respuesta rápida”, señaló el oficial.

“Nosotros observamos la tasa de infección en Israel a través de nuestras herramientas sofisticadas a fin de advertir a las autoridades si nos acercamos a tasas observadas en Italia al comienzo de la pandemia y señalar factores que den lugar al optimismo”.

La Inteligencia Militar de Israel también coordina con agencias homólogas en todo el mundo y ha contactado a investigadores que trabajan en la detección de anticuerpos recogidos de personas que se han recuperado de COVID-19.

Los oficiales quedaron sorprendidos por las capacidades tecnológicas del Ministerio de Salud, que utiliza un sistema de computación anticuado y métodos de trabajo arcaicos, en comparación con las habilidades a su disposición.

Observaron que cada institución de salud mantiene datos por separado, por lo que una de las primeras tareas asignadas al equipo fue establecer un paquete de software que permitiera al personal médico compartir sus datos en tiempo real.

“En tiempos normales, no durante una crisis como la actual, no pasa nada si un archivo transferido de una organización a otra se retrasa”, comentó el oficial.

“Ingresamos de inmediato, a fin de desarrollar una rápida conectividad, capaz de recuperar datos y un sistema uniforme que transmite de manera confiable la información de las pruebas entre las agencias”.

El oficial elogió al personal médico al frente de la crisis, y expresó la esperanza de que los sistemas tecnológicos que utilizan pronto obtengan los fondos que necesitan.

“Son maravillosos, queridos profesionales de la salud que hacen lo mejor que pueden”, expresó. “Este es un sistema que no ha recibido el mismo presupuesto que el Ministerio de Defensa a lo largo de los años, pero pueden y serán capaces de mejorar”.

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