Enlace Judío México e Israel – Si bien, los tiempos recientes han sido destacados por una fuerte turbulencia, a nivel personal y a nivel profesional con impacto local e internacional en mercados y gobiernos, las circunstancias de una posible gran recesión se convierten en un reto para muchos inversionistas. Y sí, los indicadores económicos para todos los países golpeados por la pandemia indican que una recesión podría estar en puerta. De acuerdo con las consultoras globales de mayor prestigio y las calificadoras de deuda, en México se esperaba, ya desde antes de la pandemia, un aletargamiento de los indicadores de crecimiento económico al igual que en muchos otros países.

Mario Nissan y Nathan Sabot, co-fundadores de LIP Ventures Boutique

Puede parecer un panorama desalentador, y el primer impulso sería guardar carteras y ver cómo pasa la crisis, pero esto no sería necesariamente lo más prudente. Incluso en las circunstancias globales extraordinarias en las que nos encontramos, invertir y diversificar carteras puede ser un camino para asegurar el rendimiento de nuestro capital y garantizar que este no se devalúe.

El Venture Capital ofrece una opción para ser parte de la revolución tecnológica y, de manera paralela, brindan beneficios financieros. Este tipo de manejo de inversiones ofrece muchas ventajas, inherentes a su naturaleza. El Venture Capital existe para llenar un nicho específico en la forma en que los mercados operan. Muchas startups con ideas revolucionarias no podrían encontrar opciones de financiamiento en instituciones financieras convencionales, y es ahí en donde se encuentra una gran oportunidad para empujar la innovación mundial desde diversos países en específico.

Otra ventaja, como bien es sabido, es que el dinero invertido, además de generar rendimientos, no es un dinero que sólo se meta en un fondo financiero y se deje crecer sin más; la idea es que quien participa en un Venture Capital, “compra” también una participación en la idea de quien está formando la nueva empresa, vela por su crecimiento e intereses y después sale de la inversión, cuando la startup alcanza un punto de equilibrio y es vendida a una corporación o hace una oferta pública de acciones en la bolsa de valores.

Hemos sido testigos de que la confianza en este tipo de inversiones aumenta de manera significativa. Incluso en México, país en el que el Venture Capital no está tan afianzado como en otras economías, los rendimientos que ha presentado son mucho mejores que otras formas de inversión. En el primer trimestre del año, el Venture Capital creció 11%, aún en un entorno de pocas adquisiciones y fusiones, de acuerdo a la plataforma Transactional Track Report. De hecho, el único sector analizado por la plataforma que representó alzas en el capital movilizado fue precisamente el del Venture Capital, con 48.62% de aumento.

Es así como uno de los aspectos que hacen más atractivo el invertir en Venture Capital es justamente que existe independencia de los comportamientos de las bolsas de valores, las cuales, en tiempos de crisis decrecen sus rendimientos. Igualmente, ser parte de una compañía antes de que se haga pública es una de las formas más inteligentes de asegurar retornos significativos y relativamente seguros.

Por ello, y a pesar de que la sabiduría popular indique lo contrario, los tiempos de crisis también pueden ser tiempos de inversión, sobre todo, en el sector de tecnología e innovación que son de los más resistentes a los embates de factores externos. Considerar participar en un Venture Capital es intervenir en negocios que podrían asegurar mayores ganancias y comportamientos más estables. Hoy en día, invertir en buenas ideas no es suficiente, se debe hacer en buenas industrias. Las industrias a las que abre las puertas un Venture Capital son las mejores en tiempos inciertos.

Coincidimos con lo que dice Satya Nadella, CEO de Microsoft, “La adopción de tecnología nunca ha sido tan rápida; la crisis por COVID-19 está provocando que el cambio se acelere aún más. Hemos visto dos años de transformación digital en dos meses”.

Actualmente, los sectores de Ciberseguridad, Salud Digital, FinTech, Industria 4.0, Movilidad Inteligente, AgriTech, FoodTech, TravelTech, AdTech y EdTech, entre otras, están cobrando más fuerza que nunca.

Finalmente, tomando en cuenta lo anterior, la duda de si invertir o no es más clara.


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